Durante el año 2004, un ufólatra marplatense anunció el contacto con los ETs, y a su fantasía se sumaron "hinbestigadores" de otras localidades: el hallazgo de marcas casi esféricas en la zona de Mar del Plata y Balcarce eran prueba irrefutable de visitas extraterrestres. Ya no se trataba de un plato volador, sino de una "oleada ovni".
En realidad en ese año se dieron las condiciones climáticas para que afloren a la superficie los famosos "anillos de hadas", es decir organismos similares a hongos (y a veces hongos) que crecen de forma radial. Cuando ocurre esto se observan estructuras casi esféricas en el suelo. Pero para los ufólatas son "aterrizajes" de platos voladores.
Metida de pata grande como un caballo
En la localidad de Oliva (provincia de Córdoba), recientemente "aparecieron" (así de la nada) cuatro marcas circulares en un campo de trigo (o soja según la fuente).
A los mercachifles de lo irracional se les hizo agua la boca: redondo + campo sembrado: ¡ATERRIZAJE DE OVNIS!
Cada localidad tiene su charlatán, en este caso es preocupante porque Jorge Fontana fue director de la escuela técnica. Después de sus hinbestigaciones de campo el ufólatra Fontana aseguró :
“Es como si algún artefacto se hubiera arrimado a la tierra, porque no aterrizó, no hay huellas. ... Es extraterrestre, seguro”.
Seguro, dice el docente.
La comunidad internacional ya estaba por nombrar ciudadano ilustre a don Fontana, la NASA ya tenía escrito el reconocimiento de contacto con seres del espacio, los líderes del mundo lo estaban declarando embajador intergaláctico, en Estocolmo habían preparado un nuevo premio Nóbel... cuando vino el intendente de Oliva a arruinar la fiesta:
Oscar Tamis, intendente de Oliva, sentenció:
"No sería un fenómeno paranormal, sino que algún vecino ha introducido un caballito en el predio y ha comido en círculo".
En la misma nota del Diario La Voz, de Córdoba, aclaran "Al parecer un vecino "estaqueó" al equino con una larga cadena que al arrastrarse produjo los cuatro círculos que llamaron la atención".
Fontana asegura que hay cabos sueltos, y para ello se basa en evidencia irrefutable:
Fontana insiste en que "el espacio fue “quemado” por la radiación calórica aparentemente emanada de naves que no aterrizaron."
Las plantas dentro del círculo "misterioso" han crecido menos que las demás. Para el hinbestigador no se debe a que luego de haber sido comidas siguen creciendo a la misma velocidad que el resto, por lo cual tienen menos longitud, sino que:
"una radiación calórica de un artefacto circular hizo que la planta reduzca su tamaño. Es extraterrestre, seguro"
Y para llevar tranquilidad a la población dijo que su única duda es “¿qué vinieron a buscar?”.
La pregunta que me hago es si Fontana enseñaba tecnología ET en la escuela técnica. Conociendo la obsesión de los ufólatras la duda es ¿que habrán aprendido sus alumnos? ¿podrán diferenciar un caballo de un plato volador? o ¿entre fantasía y realidad?
Para que los seguidores de este y otros ufólatras (o investigadores como les gusta que los llamen) no se alarmen las siguientes imágenes de objetos circulares NO SON OVNIS, confirmado al 100%:
La imagen de esta foto parece de otro mundo, pero no: la señorita es terrícola.
5 comentarios:
El objeto de la primera foto muestra señales de haber sido expuesto a radiación calórica, que lo hizo esponjoso y un poco crocante.
Y el de la tercera foto es extraterrestre, seguro.
El intendente no tiene visión empresarial, con un poco de "promoción" lograrían convertir la zona en un centro ufológico-turístico!!
Una falta de respeto a una ciencia prestigiosa como la ufologia!!!! Aguante Fontana!!!!
JA! Muy buena la nota, C., te felicito.
A los creyentes de los platitos voladores y extraterrestres todo les sirve para decir que hay un ovni. Si una foto tiene una luz que no se sabe qué es, ahí hay un ovni. Si ven un campo con un círculo, es una prueba del aterrizaje de un ovni.
Son muy crédulos, ven ovnis por todos lados.
Justamente Leonardo, como toda religión: necesitan creer. Los ovnis no son un objeto de estudio, sino quienes abrazaron la ufolatría.
CARLOS Q.
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