Julio 2007

Nuestra sede: Comentario Bibligráfico: Shoping Espiritual

Sitio web recomendado: Magonia

Nuestra sede: Comentario Bibligráfico

Shoping Espiritual

Alfredo Silletta
320 páginas Ed. Martínez Roca/Planeta

En el nuevo milenio, cada individuo puede crear su propia espiritualidad por fuera de las grandes religiones, permitiéndose establecer sus peculiares reglas mezclando un poco de religión, ciencia, magia y hasta experiencias terapéuticas o de autoayuda. En esta nueva espiritualidad aparecen los oportunistas que abusan de las personas y de su confianza…
Shopping Espiritual es una completa investigación periodística que desnuda el accionar de decenas de sectas o grupos de manipulación psicológica que, utilizando técnicas de captación reñidas con la ética, amenazan la libertad de las personas. Un mundo en el que muchos están inmersos y no saben cómo salir.

Contenido

Introducción a un mundo desconocido
Secta, la palabra que desconcierta
Cómo manipular a una persona

El reverendo Moon en Argentina (made in Corea)
La historia del Mesías y su Imperio
Secretos y curiosidades de los moonies en Argentina

El supermercado espiritual de Oriente
El Swami Prabhupada y los Haré Krishna
Gurú Maharaj Ji o el adicto a los helados de crema
Maharishi y el negocio de la Meditación Trascendental
Sai Baba: milagros y sexo oral en Puttaparthi
Shoko Asahara y el gas sarín en el metro de Tokio
The Nichiren Shoshu: budistas agresivos y polémicos
Maestro Amor, el Sai Baba argentino

Todo lo que usted quiso saber sobre el sexo y Dios se lo explicó
La Familia/Niños de Dios: sexo en el nombre de Jesús

Un clásico: Mormón-Testigo de Jehová
Las revelaciones de Joseph Smith
El Armagedón y el fracaso del fin del mundo

Cienciología: un imperio millonario
Hubbard, un escritor de ciencia ficción
E-meter, la máquina de la mentira
Dianética, camino a la locura
Los famosos de Hollywood

Cuando Dios sale por televisión
Multinacionales de la Fe
Poder y corrupción en los pastores electrónicos
La radio y la TV atacan de nuevo
La Iglesia Universal del Reino de Dios

El infierno tan temido: Espiritismo, Umbanda, Magia Negra y Satanismo
Espiritismo: El regreso de los muertos vivos
Los pae umbanda
Sectas satánicas: cuando el diablo mete la cola

Sectas en la Iglesia Católica
TFP, los fascistas del medioevo
La Comunidad Jerusalén del padre Antelo
El Verbo Encarnado
Sodalicio de Vida Cristiana
Los Legionarios de Cristo
El Opus Dei

De la Teosofía a Gurdjieff, sin olvidarnos de Silo
Los gnósticos y lo oculto
Madame Blavasky, una "señora" oportunista
Las enseñanzas de Gurdjieff
Saint Germain y la Llama Violeta
Silo, el gurú de los Andes
Nueva Acrópolis, una secta neonazi

New Age: de la primera a la novena revelación
Del ashram y la droga a la New Age
El poder de la medicina alternativa
Los representantes de la farándula
Niños de la Luz, Niños índigo
Suicidio masivo en el Templo Solar
Los viajes psicodélicos del Ayahuasca

¡Basta de psicoanálisis! En tres días arregle su vida
La moda de las terapias alternativas
Los seminarios de fin de semana
El coaching en Argentina

Jesús, el extraterrestre que viaja en plato volador
ET, ese amigo del alma
Valentina y la farsa de Dios
Rael, el último profeta
Suicidio en las Puertas del Cielo

Cómo actuar ante los grupos destructivos
Locura, muerte y suicidio masivos
El rol del Estado ante este flagelo
El debate que nos debemos
Una guía de ayuda y prevención

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Apoyo a Luis Alfonso Gámez

Magonia es uno de los web-logs más visitados del mundo racionalista de habla hispana. Lo dirige Luis Alfonso Gámez quien en cada actualización brinda un panorama lúcido y oportuno de diversos temas del ámbito pseudocientífico.

Gámez se ha destacado por sus oportunas críticas a uno de los referentes más significativos del engaño: Juan José Benítez. Este vendedor de ilusiones, para quienes no lo conocen, es el autor de la saga El Caballo de Troya, y un asiduo difusor de disparates como el poder mágico que trasnsportó las estatuas de Isla de Pascua, extraterrestres que erigieron las pirámides egipcias, ruinas extraterrestres en la luna (ocultado por la NASA), y bobadas por el estilo. A pesar de la gran popularidad de Benítez, Gámez tuvo el coraje intelectual de desnudar al emperador y mostrar a ese charlatán como es en realidad.

Pero, como decía Benito Feijoo hace unos cientos de años: "quién desengaña se malquista con el engañador" y Gámez recientemente fue condenado "en concepto de daños morales". Lo destacable de la sentencia es que no cuestiona el fundamento refutativo de los textos de Gámez.

En este artículo Gámez hace un pormenorizado relato del caso. Del cual transcribimos la primera parte donde linkeamos sus principales artículos:

"Benítez contra Gámez: Historia de una condena
Creía que decir que hay pruebas de que el hombre convivió con los dinosaurios era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que afirmar que un poder mágico permitió transportar las estatuas de la isla de Pascua hasta su ubicación definitiva era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que sostener que el pueblo dogon tuvo en el pasado contacto con extraterrestres era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que sentar a Jesús en el Coliseo romano años antes de que el edificio existiera era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que asegurar que hay pruebas de que existía comercio entre Europa y América antes de 1492 era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que mantener que la sábana santa prueba la resurrección de Jesús de Nazaret era ignorar los resultados de los más avanzados estudios científicos y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que hablar de la ficticia Arca de la Alianza como de un arma de destrucción masiva era tergiversar la Historia y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que presentar un anillo con marca de platero como obra de extraterrestres era tergiversar la realidad y mentir, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que decir que seres de otro mundo dieron el aliento civilizador al pueblo bereber era tergiversar la Historia, mentir y minusvalorar la inteligencia de ese grupo humano, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que afirmar que seres de Orion levantaron las pirámides de Egipto y que los egipcios de hace 4.500 años vivían en la Prehistoria y desconocían la escritura era tergiversar la Historia, mentir y minusvalorar la inteligencia de ese grupo humano, y divulgarlo en un programa de televisión, engañar al público. Estaba confundido.
Creía que sostener que los astronautas del Apollo 11 encontraron ruinas extraterrestres en la Luna y presentar en un programa de televisión como prueba una recreación informática como si fuera una filmación real era tergiversar la Historia, mentir e intentar engañar al público. Estaba confundido.
Creía que era lógico calificar de sandeces las anteriores afirmaciones extraordinarias y considerar el producto audiovisual resultante una bazofia. Estaba confundido.
Creía que tergiversar era "dar una interpretación forzada o errónea a palabras o acontecimientos", tal como sostiene el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (RAE). Estaba confundido.
Creía que mentir era "decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa" y "falsificar una cosa", tal como sostiene el Diccionario de la RAE. Estaba confundido.
Creía que engañar era "dar a la mentira la apariencia de verdad" o "inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas", tal como sostiene el Diccionario de la RAE. Estaba confundido.
Creía que, si alguien se gana la vida con afirmaciones como las de los once primeros párrafos de esta anotación, podía deducirse de ello que "su negocio se basa en la mentira, el engaño y la tergiversación". Esta confundido.
Creía que responder con ironía a los ataques en un periódico de alguien implicado en la producción del programa de televisión aludido en los once primeros párrafos era mi derecho, aunque el implicado fuera hijo del máximo responsable del espacio. Estaba confundido"

Luis Alfonso Gámez (leer completo)