octubre 03, 2011

TECNÓPOLIS: LA MEGAMUESTRA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Carlos Quintana



En Argentina estamos disfrutando una época excepcional en lo que se refiere al apoyo estatal al desarrollo científico. Además de haber multiplicado el presupuesto para educación e investigación, el gobierno actual ha creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Los subsidios para la investigación son numerosos y la cantidad de profesionales que ingresa a la investigación es la mayor, lejos, de toda la historia argentina.

A esto se suma el programa de repatriación de científicos, que lleva a más de 800 que trabajan nuevamente en el país (1).
Además, el ministerio tiene una fuerte política de divulgación pública de la ciencia. La televisión pública cuenta con programas de ciencia, el canal educativo Encuentro y un canal científico a punto de salir al aire.
Como uno de los eventos programados para los festejos del Bicentenario (2010) el ministerio había proyectado la megamuestra Tecnópolis. Habría sido en plena ciudad de Buenos Aires, durante unos pocos días. El gobierno de la ciudad (opositor al nacional y de tradición anti intelectualista y anti educativa) negó el permiso del funcionamiento de esta muestra porque “interfiere el tránsito”. Ante esto el ministerio multiplicó la propuesta: Tecnópolis funciona desde hace meses en un predio de 60 hectáreas en la provincia de Buenos Aires.
La entrada es gratis, y ya pasaron casi 3 millones de visitantes.
Para los lectores extranjeros: en la historia reciente de Argentina el estado secuestraba y asesinaba a los científicos y estudiantes, cortaba el financiamiento de la investigación, intervenía las universidades en las que ponía como “rectores” a capitanes del ejército, quemaban bibliotecas, destruyeron museos, aún en democracia el presupuesto para la ciencia era ridículamente bajo, los ministros de economía echaban a los científicos y los mandaban a “lavar los platos” a su casa y a los que quedaban les bajaban los sueldos.
Por ello afirmo que ésta es una época excepcional. Sobre todo siendo un gobierno peronista que siempre fue acusado de anti intelectualista.


La semana pasada pude conocer Tecnópolis en ocasión que el ministerio me entregaba una mención especial por mi libro “Los Fósiles de Mar del Plata” en el contexto del Premio Nacional a la Divulgación Pública de la Ciencia. Es imposible recorrer Tecnópolis en un día. El lugar es gigante y cada puesto es atractivo. Es importante tener en cuenta que Tecnópolis no es un museo ni una escuela. No es un lugar donde se vaya a estudiar. Es una muestra de ciencia y tecnología. Es un lugar donde uno se informa, donde uno puede conocer qué se hace en ciencia y tecnología en Argentina. Es un paseo del conocimiento, no una cátedra. Y eso lo han logrado muy bien.
Cada puesto es gigante y están muy bien diagramados, con una exposición notable de tecnología al servicio de la información al visitante. Abundan recursos llamativos y atractivos, como enormes pantallas interactivas, robots o animaciones. Tecnópolis está dividido en 5 partes temáticas, llamadas continentes, Tierra, Aire, Agua, Fuego e Imaginación. Por ejemplo en el Continente Tierra algunas de sus muestras son: Radares, Súper cultivos del Mercosur, Plaza de la Paz, Máquinas agrícolas, Dinosaurios, etc. En el Continente Aire: Argentina en el espacio, Puerta de ingreso al Universo, La experiencia de volar, Mayor tecnología, menor contaminación, Aviones no tripulados, etc.
Además de su página web la mega muestra cuenta con un canal web de tv.

Yo estuve un día de semana cuando las visitas de escuelas son numerosas, el parque estaba lleno. Además de los puestos (que a lo largo de estos meses ya fueron reformulados y agregados otros nuevos) hay numerosas actividades artísticas y conferencias. Estas conferencias son dictadas por científicos argentinos y extranjeros, son diarias y sobre los temas más diversos donde se abren interesantes oportunidades de debate y de interactuar con los científicos. ¿Ya dije que la entrada es gratis?
En síntesis, una fiesta para todos los que disfrutamos de la ciencia y para quienes hemos tenido un compromiso con la divulgación del conocimiento y que hemos remado durante años en lagos secos.
Un ejemplo para ser imitado en otros países.


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(1) A todo esto debe agregarse un dato insólito: actualmente estamos en campaña electoral donde la actual presidenta se propone para renovar su mandato, varios de sus mensajes televisivos de campaña están basados en la promoción de la ciencia. Si, leyó bien, una candidata a la presidencia del país impulsa la ciencia como uno de sus lemas de campaña.

1 comentario:

Manuela Perez - vudu dijo...

Si yo fui y Tecnopolis es tan grande que es imposible recorrerlo todo en un dí o más quizá. La verdad que es espectacular y se aprende mucho.